Publicado el 13/08/2018
Automoción, joyería, material hospitalario... Infinidad de industrias utilizan el grabado láser en la producción de artículos. El láser son partículas que liberan energía en forma de luz para que éstas se conviertan en un rayo. De ahí el famoso concepto de rayo láser, uno de los más importantes inventos del siglo XX, puesto que su aplicación está presente constantemente en nuestra vida cotidiana.
Con un láser es posible soldar, cortar, grabar, perforar e incluso hacer mediciones. Por eso, con el boom tecnológico que hemos vivido en los últimos años, su uso no ha dejado de multiplicarse, adaptándose a la electrónica y a otras nuevas industrias, que pueden encontrar en empresas como www.lasitlaser.es un buen aliado para su cadena de producción.
Puede aplicarse a toda clase de materiales; desde metales hasta plásticos e incluso pinturas. Por eso ya no hay empresa que no pueda colocar su logotipo o alguna indicación en cualquiera de sus productos, antes de que lleguen al mercado.
Las empresas conocen la importancia de la apreciación del cliente sobre cada artículo que utiliza, y por eso el marcado láser se aplica a todo tipo de componentes, puesto que ofrece confianza y sensación de calidad. Sin embargo, el láser puede aportar mucho más a otros negocios. Se utiliza también en telas para productos de moda, así como en válvulas o maderas, lo que permite a las empresas organizar su material y diferenciarlo.
Cómo se realiza el grabado láser
Podemos diferenciar tres partes en un láser para grabados. Por un lado tenemos la fuente de bombeo, por otra el medio láser (parte central) y por último el resonador.
La primera parte, la fuente de bombeo, canaliza la energía del exterior al láser. Y es que es a partir del medio láser donde se transforma en radiación, ya sea utilizando gases, cristal o fibra de vidrio, en función del tipo. Ese medio láser se encuentra entre dos espejos, y esto es lo que se conoce como resonador.
Así la radiación es amplificada, y parte de ella sale del resonador, convertida en rayo láser. De entre las propiedades de láser destacan la monocromaticidad (que a diferencia de la luz natural, sus ondas son uniformes) o la alta densidad de energía (que permite concentrarla en un mismo punto).
El rayo llega a la superficie del material y lo caliente, llegando a eliminar parte del material por completo, y es así como se logra el grabado, el corte o la perforación, dependiendo de la configuración y la forma en la que usemos cada una de sus sorprendentes características.
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