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Publié le 02/03/2015
Samung presentó ayer en el marco del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona el que será su buque insignia a partir del 10 de abril: el Galaxy S6 Edge. Si el fabricante surcoreano pretendía impactar en el diseño, sin duda lo consiguió. Hacía tiempo que no se veía en la industria una innovación como la del doble cristal curvo de este terminal.
La obra maestra, que ya se anticipó en parte en el Galaxy Note Edge, consiste en un biselado curvo en los dos laterales de la pantalla que optimiza el espacio y mejora la visualización con poco ángulo. En su web, Samsung dice que el diseño "único" del terminal "representa una fusión única de metal y vidrio" y está inspirado "por la técnica artesanal del soplado de cristal y la orfebrería".
La segunda característica a destacar es la batería de 2.600 mAh de carga "ultrarrápida" con una velocidad "1.5 veces superior a la de modelos anteriores" que augura una autonomía de 4 horas en sólo 10 minutos. Además, es compatible con la última tecnología de carga inalámbrica, aunque el cargador sin cables no se incluye en el paquete. La parte mala es que la batería no se puede extraer y que no ha quedado espacio para ranura de tarjetas micro SD.
Precisamente para evitar esta limitación de almacenamiento, Samsung ha previsto lanzar al mercado tres modelos: uno de 32 GB (por unos 749 euros), otro de 64 GB (sobre 849) y el más elevado de todos con una memoria interna de 128 GB que rondará los 949 euros en su lanzamiento en abril.
La marca coreana ha preferido no incrementar el tamaño de la pantalla respecto a su antecesor el Galaxy S5, dejándola en 5.1 pulgadas. Sin embargo, su resolución es superior: Quad HD con 2560x1440 píxeles, tecnología Súper Amoled y función Adaptative display que mejora la nitidez en el interior.
Por lo demás, destacar que llevará la última versión de Android 5 Lollipop con una interfaz denominada TouchWiz que permite asociar cinco contactos a sendos colores de modo que el usuario puede saber quién le está llamando o enviando un mensaje incluso con el móvil boca abajo.
El Samsung Galaxy S6 Edge, al igual que su versión "normal" de cristal plano, viene equipado con un procesdor Exynos 7420 de ocho núcleos construído en un nodo de 14 nm y 64 bits, complementado con un procesador gráfico ARM Mali GPU 760 y 3 GB de memoria RAM.
Tanto su cámara trasera de 16 megapíxeles como la delantera de 5.1 cuentan con una mayor resolución respecto a versiones anteriores y una apertura de F1.9 que, según el fabricante, mejora la nitidez con cualquier tipo de luz. La cámara trasera permite grabar a resolución 4K, superior a la Full HD.
El móvil queda protegido tanto por delante como por detrás por tecnología anti-rayas Corning Gorilla Glass 4. Es compatible con redes 4G, NFC, Bluetooth 3.0 y dispone de sensor de reconocimiento de huella dactilar que permite el uso de aplicaciones de seguridad. Sus dimensiones son de 142.1 x 70.1 x 7.0 mm y su peso de 132 gramos.
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