Publicado el 20/11/2017
El crecimiento del mercado de wearables sigue en aumento y solo durante 2016 se registraron unas ventas de más de 102 millones de unidades en el mundo, generando unos beneficios de 16 millones de dólares según un informe de IDC. Estos aparatos son ya parte de nuestra vida, aunque la verdadera revolución viene de la mano de las tecnologías y dispositivos de uso médico, que se encuentran en pleno desarrollo y comienzan a pisar con fuerza, permitiendo una medicina más eficaz y preventiva, a través de la robótica, la realidad virtual o realidad aumentada.
Este tipo de tecnología permite estrechar la relación médico-paciente y proporciona mejoras en la salud de los usuarios ya que aceleran los tiempos de diagnóstico. Son soluciones clave en la medicina predictiva y preventiva, convirtiéndose en herramientas altamente valiosas en la monitorización, seguimiento y asistencia de persona mayores o con discapacidad, así como de pacientes dependientes o crónicos. Asimismo suponen un importante ahorro de costes para el sistema sanitario.
“El uso de wearables supone un importante avance en el autocontrol de nuestra propia salud y en la capacidad de conexión directa y 24h con los especialistas, lo que permite trabajar con más agilidad, así como con una mayor cantidad de información procedente a los datos que estos dispositivos recogen y que proporcionan tanto a paciente como a médico”, explica Alberto E. Porciani, CEO de TopDoctors, empresa de identificación de doctores y centros médicos de primer nivel. “El sector está viviendo una gran revolución, en la que el paciente pasa a dominar la situación y pasa a tener parte activa en la gestión de su salud.”
TopDoctors hace un repaso por algunas de las principales líneas de investigación en wearables del mundo de la salud:
- Ropa inteligente para controlar datos corporales: la incorporación de dispositivos tecnológicos o sensores a los tejidos, hace que objetos como camisetas, guantes o cascos se conviertan en sistemas inteligentes que ayudan a mejorar la salud del usuario. Uno de los primeros prototipos dirigidos a la comercialización fue el “Polo Tech” de Ralph Lauren, capaz de proporcionar información sobre los movimientos corporales del individuo a los dispositivos IOs, con detalles cardiovasculares, el gasto de energía o los niveles de estrés, lo que permite al usuario tener un mejor control de su salud física.
- Gafas inteligentes que interactuan con el cerebro: los más de 4 millones de españoles que sufren insomnio crónico, cuentan a día de hoy con un dispositivo capaz de ayudar a quienes padecen este trastorno. Las gafas de la empresa Sana Health producen estimulaciones audiovisuales para relajar el cerebro y ayudar al usuario a conciliar el sueño.
- Lentillas para prevenir el glaucoma: el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de personas con esta patología. La empresa Novartis y Google fijaron un acuerdo para crear lentes de contacto capaces de medir la glucosa de la lágrima con sensores no invasivos. La información que registra este sistema se envía a otro dispositivo de forma inalámbrica. Actualmente este sistema aún no han sido probadas en seres humanos.
- Embrace, dispositivo para alertar de una crisis de epilepsia: a través de un sensor ubicado en la pulsera, el dispositivo determina la actividad electrodérmica, ayudando a predecir posibles crisis epilépticas y avisar al paciente para que tome las medidas necesarias ante un posible brote. Asimismo, el dispositivo puede mandar un SMS a una persona cercana que el enfermo haya indicado para que pueda acudir en su ayuda.
- EVA, el sujetador para detectar el cáncer de mama (en la imagen): el sujetador contiene biosensores capaces de mapear el pecho y detectar cambios de textura, color o temperatura. La información la reciben tanto el equipo médico como el propio usuario. El uso de este tipo de dispositivos, reduce el tiempo de diagnóstico de cáncer de mama hasta en un 90%.
- Pastillas digitales: existen wearables capaces de controlar el consumo de medicamentos del paciente asignados por prescripción médica. Los mirochips de Helius, sensor desarrollado por Proteus Digital Health, detectan y monitorizan la toma de dosis de medicamentos y envía los datos a través de bluetooh a una aplicación móvil para que el usuario pueda dar la información a su doctor.
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