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Publicado el 31/10/2023
Muchas personas dependen de las redes Wi-Fi públicas para conectarse, como los viajeros en transporte público o los estudiantes universitarios en los campus. Sin embargo, conectarse a una red Wi-Fi pública plantea riesgos para la seguridad y la privacidad.
Las amenazas pueden desencriptar la información transmitida a través de redes Wi-Fi no seguras. Pueden configurar un punto de acceso fraudulento, realizar ataques de intermediario e interceptar la comunicación entre el terminal del usuario y el punto de acceso inalámbrico.
Incluso cuando el usuario accede a Internet con una comunicación segura, se puede interceptar la información relacionada con las páginas a las que ha accedido. Los piratas informáticos también pueden aprovechar las vulnerabilidades del dispositivo, lo que les permite infectarlo con programas maliciosos que roban datos sensibles como contraseñas de correo electrónico e información bancaria.
Los piratas informáticos también pueden realizar ataques de suplantación, en los que se hacen pasar por otro dispositivo de la red y redirigen el tráfico a través de su dispositivo. Además de capturar sus datos, esto puede conducir a la manipulación de los mismos. La manipulación de datos se produce cuando un atacante no roba los datos, sino que los modifica sutilmente, lo que puede provocar pérdidas económicas.
Contrarrestar los riesgos del uso de Wi-Fi públicas
Según un reciente estudio de Forbes, el 40% de los usuarios de Wi-Fi públicas han visto comprometida su conexión. Sin embargo, sólo el 5% cree que las redes Wi-Fi públicas son inseguras. El 43% cree que son algo inseguras, mientras que el 43% afirma que son completamente seguras.
Cabe señalar que una red Wi-Fi pública que requiere una contraseña sigue siendo Wi-Fi pública. Una red que requiere una contraseña, como en hoteles y cafeterías, no hace que no sea insegura. En el estudio de Forbes, el 44% de los participantes en la investigación se conecta a redes Wi-Fi públicas que requieren una palabra, mientras que el 56% se conecta a las que no la requieren.
Para usar Wi-Fi públicas de forma segura, puede utilizar una red privada virtual (VPN). Una VPN cifra tus datos y evita filtraciones. También dirige la conexión a Internet de tu dispositivo a través de un servidor privado en lugar de a través de tu proveedor de servicios de Internet (ISP).
Las VPN actúan como intermediarias entre su ordenador e internet, ocultando su dirección IP y protegiendo su identidad. Incluso si sus datos son interceptados por un agente de amenazas, serán ilegibles.
Las VPN ofrecen protección al ocultar sus datos mediante un potente cifrado. La clave, que es lo que protege sus datos, hace que éstos sólo puedan ser descifrados por su ordenador y el servidor VPN. El descifrado sólo puede producirse entre esos dos puntos.
Sin embargo, no todas las VPN protegen a los usuarios de la misma manera, ya que algunas optan por un cifrado débil.
También debes desconfiar de los servidores VPN gratuitos que recopilan información personal para venderla a terceros. Las VPN gratuitas también suelen tener servidores saturados y un ancho de banda limitado, lo que provoca velocidades de conexión lentas.
Por lo tanto, debes elegir un servicio VPN de buena reputación. Ten en cuenta la compatibilidad de los dispositivos, el historial y el rendimiento de la VPN, el número de servidores y su servicio de atención al cliente. Una de las mejores opciones del mercado es Surfshark VPN, que ofrece una serie de funciones de privacidad y seguridad para el usuario.
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