Publicado el 24/02/2024
España es el país líder en Europa en pago sin contacto (contactless) con tarjeta física, con un 72% de la población bancarizada optando por esta opción, según un informe de tendencias de Minsait Payments, división de Indra.
El uso de dinero en efectivo pierde impulso y entre los medios de pago más utilizados, vuelve a destacar la tarjeta de débito en todos los países analizados. Más del 85% de la población bancarizada española dispone de una tarjeta de débito para hacer sus pagos, y el 56% afirma tener una tarjeta de crédito, cuyo uso es menor entre los usuarios. Un descenso provisional en el uso de las tarjetas de crédito que se puede vincular al contexto económico actual, donde la inflación y las altas tasas de interés animan a una utilización más cautelosa del crédito y abogan por la estabilidad y la reducción de deudas.
Se constata, además, un incremento de la tarjeta virtual que, hasta ahora, estaba principalmente asociada a la modalidad de prepago, y se amplía su aplicación a las tarjetas de crédito y débito. Un tercio de los españoles (el 37%) dispone de una y la mitad de los menores de 35 años analizados cuenta ya con una tarjeta de débito virtual.
La preferencia por el uso de la tarjeta entre la población española se traslada también a otras operaciones como los pagos y compras online., El 66% de la población española sigue utilizando la tarjeta, siendo la modalidad de débito la más habitual. Además, la entrada de nuevas opciones va incrementando su presencia en los países. En el mercado español impactan las billeteras digitales, utilizadas por el 19% de los españoles de forma habitual. Las criptomonedas, en cambio, o las soluciones Buy Now, Pay Later –BNPL, que permiten hacer compras y posponer los pagos, apenas son utilizadas por un 1% y 8% respectivamente de la población.
El dinero en efectivo pierde además impacto en los puntos de ventas presenciales y es superado por la tarjeta en países como España, Brasil o Chile, sumándose a la tendencia marcada desde hace años por otros como Reino Unido. Según el Informe de Tendencias de Medios de Pago, para el 53% de los agentes de la industria, de aquí a 2030 el dinero en efectivo será un método de pago complementario a los digitales.
EXPANSIÓN
Los medios de pago digitales continúan su expansión y lo hacen consolidando nuevas fórmulas de pago en un entorno de crecimiento que se mantiene, aunque con ciertas restricciones, desde su despegue en 2020 y, dentro del cual, la percepción por la sostenibilidad aumenta. Aunque la mayoría de los usuarios aún no identifican con claridad las implicaciones que tiene la elección de uno u otro medio de pago, más del 60% de la población bancarizada (el 61,8%) ya asocia el dinero en efectivo como el medio con mayor impacto medioambiental, muy por encima del resto de alternativas electrónicas.
El contexto de los pagos digitales y su perspectiva social y ambiental es una de las tendencias que analiza en profundidad el XIII Informe de Minsait Payments sobre Tendencias en Medios de Pago, que la compañía de tecnología de pagos presenta todos los años y que constituye un punto de referencia para la industria de los pagos. Elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), el informe recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).
En esta edición, el informe muestra cómo se generaliza el uso de los pagos electrónicos en Latinoamérica y se acelera en Europa, donde cerca de un tercio de los europeos declara haberse incorporado a la digitalización de sus pagos en los últimos tres años, ante la irrupción de la pandemia del Covid y coincidiendo con el auge de otros medios de pago alternativos como Bizum, en España. Hoy en día, aplicaciones como Bizum, o Pix en Brasil y MBWay en Portugal están ganando popularidad para pagos entre particulares (P2P), desplazando en cierta medida al uso del dinero físico; el 52% de los españoles lo prefiere frente al 38% que sigue usando el efectivo.
Entre los hábitos registrados, es especialmente destacado el avance de los pagos transfronterizos que, según refleja el estudio, se espera que alcancen los 250 billones de dólares a nivel global en 2027 (crecerán 100 billones de dólares en apenas una década). Pese a su crecimiento, este tipo de pagos entre países siguen siendo más lentos, costosos y opacos que los pagos domésticos y adolecen de ciertas fricciones aún por solucionar, como elevados costes, lentitud o falta de transparencia en los procedimientos.
Los expertos consultados por Minsait Payments estiman que las remesas son el flujo de pagos cotidianos con mayor capacidad de mejora gracias a la digitalización. En 2021, del total de remesas enviadas a nivel global, los países del Informe concentraron el 12,15%, realizadas mayoritariamente desde Reino Unido (4,31%, 33.000 millones de dólares), España (2,92%, 22.000 millones de dólares) e Italia (2,61%, 20.000 millones de dólares). Generalmente, tal y como se puede apreciar en el estudio, los países económicamente más desarrollados contribuyen más al ser receptores netos de migrantes. Incluso en el seno de la región de Latinoamérica se constata este patrón: las remesas enviadas desde México o Argentina son superiores en valor que las enviadas desde Perú o Ecuador.
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