Publicado el 07/12/2024
El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y el Instituto de Investigación de Honda en Japón desarrollan tecnología para mejorar la vida de los niños con cáncer gracias a Haru, un robot compañero y amigo que ayuda en el desarrollo educativo y emocional de estos menores con tratamiento oncológico.
Según informó el centro hospitalario, el robot Haru está diseñado para integrarse en cuatro escenarios del día a día de los niños en la unidad de oncología pediátrica. En el primero, Haru apoyará a los neuropsicólogos en la realización de evaluaciones emocionales y cognitivas.
En el segundo, el robot ofrecerá entretenimiento, estimulación cognitiva y apoyo educativo interactivo y personalizado a los niños, conectándolos además en sus centros educativos o amigos fuera del hospital o de otros hospitales.
En el tercer escenario, Haru convivirá con los pequeños pacientes, brindando apoyo emocional y ayudándoles a llenar las largas horas de hospital. En cuarto lugar, Haru ofrecerá asistencia a los doctores, actuando como mediador que ayuda a explicar procedimientos de manera divertida y cercana.
Estas áreas están estrechamente relacionadas y abarcan una gran parte de la experiencia diaria de los niños, mejorando su bienestar tanto a nivel clínico como emocional. Un ejemplo clave de esta mejora se da en la aplicación de las pruebas de ansiedad, esenciales para evaluar el estado emocional de los niños a lo largo del tratamiento oncológico.
AUMENTO DE LAS EVALUACIONES
Actualmente, el equipo neuropsicológico del hospital sevillano realiza alrededor de 360 evaluaciones anuales a los 120 niños diagnosticados cada año, en tres momentos críticos: al inicio, en la fase central y al final del tratamiento.
Con la ayuda de Haru, este número aumentará de forma significativa, pasando de 360 a 750 evaluaciones anuales, ya que cada niño será evaluado en cada ingreso para tratamiento.
En las consultas de seguimiento, que se realizan durante los 10 años posteriores al tratamiento, Haru también marcará una diferencia considerable, permitiendo incrementar las evaluaciones de ansiedad de 100 a 2.750, asegurando así la atención a todos los niños en seguimiento. En cuanto a la evaluación de los supervivientes, se pasará de las 50 evaluaciones actuales a 1.000.
ESTADO EMOCIONAL
En total, sólo en lo que se refiere a la evaluación del estado de ansiedad, Haru permitirá realizar 4.500 evaluaciones anuales, en comparación con las 510 actuales. Estos avances también se aplicarán a otras pruebas de evaluación neurocognitiva que ya se están desarrollando para Haru.
Este robot no solo mediará en la realización de pruebas emocionales y cognitivas, sino que también proporcionará entretenimiento, apoyo educativo, y ayudará a los profesionales de la salud en la explicación de procedimientos médicos de una manera cercana y comprensible para los niños. Además, Haru será capaz de controlar las constantes vitales de forma periódica.
Este proyecto, que ya está implementado en su planta de oncología pediátrica, contó con la colaboración de la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer (AEetc), la empresa sevillana de Inteligencia Artificial 4i, el grupo de investigación de Lingüística Computacional Julietta de la Universidad de Sevilla, el Grupo de Robótica de la Universidad Pablo de Olavide, e IDMind (Portugal).
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