Si tienes una urgencia económica, con los préstamos que no cobran intereses obtienes dinero rápido y a bajo costo, es decir, cancelando solo el dinero otorgado por la entidad crediticia. Es por eso que conviene analizar todo sobre cómo obtener ese apoyo financiero tan relevante hoy día, y qué detalles debes tener en cuenta al tratar con préstamos sin intereses.
¿Qué son los préstamos sin intereses?
Al hablar de un préstamo sin intereses se hace referencia a cuando solo debes cancelarle a la entidad el monto que has pedido como crédito y nada más. De esa forma, representa una opción totalmente opuesta a los préstamos tradicionales, donde se cobra un interés, conocido como TAE, sobre el capital prestado.
Los préstamos rápidos sin intereses tienen como objetivo aliviar la carga económica del solicitante, aunque se deben cumplir ciertas exigencias especiales para la concesión de esta reducción de interés. Sin embargo, tales exigencias son conocidas por el usuario, ya que la mayoría de las empresas de préstamos en línea establecen términos y condiciones claros y precisos para una correcta comprensión. Además, muchas entidades crediticias ofrecen la reducción del interés en el primer préstamo, lo que permite calificar para un crédito gratis desde la primera solicitud.
Así que, aunque es un gran alivio contar con este tipo de préstamo, especialmente en situaciones de urgencia económica, es importante comprender sus condiciones para evitar sorpresas en el futuro. Por ello, es aconsejable no tomar decisiones apresuradas ni desinformadas, y tener claras las características principales de los créditos sin intereses:
- Cero intereses: Verifica los montos de las cuotas a pagar y asegúrate de que no existan cargos adicionales, devolviendo únicamente el monto solicitado.
- Plazos cortos: El sistema de devolución es más reducido, quizás un par de semanas o pocos meses.
- Poco papeleo: No se necesitan muchos requisitos, pues son créditos rápidos con un lapso de aprobación de unas cuantas horas. Además, la gestión se realiza 100% en línea.
Beneficios de optar por un primer préstamo gratis
- Sin costo adicional: Esto quiere decir que no se incluyen intereses en la devolución del dinero, así que en ese aspecto estarás libre de preocupaciones. Por supuesto, debes conocer si la entidad que elegiste cobra otro tipo de gastos, como comisiones o montos de apertura de cuenta.
- Aprobación rápida: La solicitud es rápida gracias a la simplificación del proceso, ya que con solo unos pocos requisitos y con el llenado del formulario de solicitud podrás saber si te aprobaron o no el crédito sin intereses.
- Solución rápida en apuros: Este tipo de préstamos están disponibles las 24 horas del día. Son perfectos para cubrir gastos inesperados como una factura médica, una reparación en el hogar o cualquier otra situación de emergencia.
- Creación de un perfil crediticio: Si se paga el crédito a tiempo, se comienza a crear un perfil de crédito positivo o incluso mejorar el que ya se tiene, lo que ayudará a obtener mayores beneficios en préstamos futuros.
Comparación con otros tipos de préstamos
- Créditos tradicionales: Se gestionan de forma personal en bancos físicos a diferencia de los préstamos online, y sí cuentan con tasas de intereses elevados, además de requerir una gran cantidad de documentos.
- Tarjetas de crédito convencionales: Estas son emitidas únicamente por bancos y requieren tener una cuenta activa en la entidad. Aunque se accede a fondos inmediatos, su tasa de interés es alta y los plazos de pago son más estrictos, por ello suelen acumularse si no se cancela el saldo total.
- Préstamos online a largo plazo: Aunque se pueden gestionar en línea y son rápidos, sus intereses son altos debido a los largos plazos de pago, los cuales pueden llegar hasta 36 meses o más, con intereses por encima del 50%.
¿Cuáles son los requisitos para obtener préstamos sin intereses online?
- Ser mayor de 18 años.
- Tener un documento de identidad vigente (DNI o NIE).
- Residir en España y poseer un documento que lo compruebe.
- Poder brindar un comprobante de ingresos.
- En algunos casos, presentar un aval.
- Tener un buen historial de crédito en la mayoría de los casos.
- Una cuenta bancaria propia donde se depositará el préstamo.
- Correo electrónico y teléfono móvil.
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