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Publicado el 20/10/2014
El Samsung Galaxy Alpha llega con aires de grandeza, destinado a liderar un segmento hasta ahora olvidado por la firma. Comprobaremos a continuación que por prestaciones y diseño, el Galaxy Alpha está a la altura del S5 o el Galaxy Note.
La primera novedad que nos encontramos en el Galaxy Alpha es su diseño, ya que está formado por un marco metálico, con los bordes pulidos, que le añade atractivo visual y, junto al compuesto de cuero de la parte trasera, lo hace mucho más elegante. Samsung acostumbra a fabricar sus teléfonos de plástico y es una de las pocas quejas que había recibido de sus usuarios.
Si no fuese porque Samsung ha dotado a este Galaxy Alpha de elementos propios de la firma, podríamos estar hablando de una versión mini del S5. Sin embargo, en el Alpha nos encontramos ocho núcleos en un procesador propio Exynos que da muy buenos resultados y que, combinado con los 2 GB de RAM le permite rendir a buen nivel incluso con varias aplicaciones abiertas a la vez.
En cuanto a la pantalla. 4,7 pulgadas en una pantalla AMOLED, como ya nos viene acostumbrando Samsung, con una resolución de 1280 x 720 pixeles. La cámara principal es de 12 megapíxeles. Podrás realizar muy buenas fotos incluso en entornos menos favorecidos gracias a un buen HDR.
Posiblemente su peor apartado es el de la batería. Con 1860 mAh podría quedarse corto y apenas superar el día de duración.
El de prestaciones son las esperadas para un teléfono de su gama. Incorpora el último Androdi KitKat, NFC, Bluetooth 4.0 y disponemos de 32 GB para almacenar todo lo que nos plazca.
En definitiva, el Samsung Galaxy Alpha toma posiciones para convertirse en uno de los grandes de la marca nipona.
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