Publié le 05/12/2014
Los drones están cada día más integrados en nuestras vidas. Más allá de aquella campaña de marketing que lanzó Amazon hace un año, los usuarios están enamorándose de estos dispositivos ágiles y amables con los que gastar nuestro tiempo libre.
Parrot, la marca más destacada, está ampliando su catálogo tras el éxito de los Ar Drone 2.0 con cámara integrada. En pocas semanas llegará el Bebop Drone, un artículo pequeño, muy ligero y seguro. De momento, esta Navidad podremos divertirnos con los MiniDrone Rolling Spider y Jumping Sumo, dos "juguetes" nada convencionales.
En primer lugar, no existe mando de control, nos sirve un smartphone o una tableta con Android, IOS o Windows Phone y la aplicación FreeFlight, que se descarga desde Google Play. A través de nuestro dispositivo podemos manejar el drone con total libertad de movimientos.
El Jumping Sumo es un robot con dos gruesas ruedas que alcanza los 7 km/h por hora, salta hasta 80 cm y podemos grabar vídeo. Además permite la retransmisión en streaming.
El Rolling Spider es más pequeño. Cabe en la palma de la mano, que puede servir como plataforma de despegue. Se puede usar tanto en exterior como en interior. Solo hay que tener cuidado con las lámparas. Por si acaso cuenta con un cortocircuito para las hélices en caso de impacto. Podemos manejarlo a una distancia de hasta 20 metros y alcanza los 18 km/h. Apenas pesa 55 gramos y dispone de unas finas y grandes ruedas que le permiten rodar por el suelo o por el techo. El Rolling Spider también permite hacer fotos aéreas por lo que el 'selfie' puede ser memorable.
¿Lo malo? Que nuestros "juguetes" no durarán mucho ya que tienen una autonomia de entre 8 y 20 minutos. Así que cada poco tendremos que cargar de nuevo el drone, lo que nos mantendrá 90 largos minutos esperando.
Lo mejor de todo es el precio. No valen más que un coche teledirigido cualquiera y su estabilidad nos evitará, seguramente, que tengamos que recurrir a la garantía.
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