Published on 2018-04-21
Tener un coche en óptimas condiciones nos puede ahorrar más de un problema. No solo evita ir constantemente al mecánico, con el consiguiente coste económico, sino que también puede prevenir el riesgo de accidentes. Por eso actualmente los teléfonos inteligentes se pueden usar para identificar daños, diagnosticando problemas en nuestros vehículos. ¿Cómo se hace esto? Principalmente con el uso del micrófono y el acelerómetro de cualquier smartphone.
De este modo, el móvil puede detectar ruido y vibraciones problemáticas, que nosotros no podamos identificar. La idea es alertar al usuario sobre los principales problemas del vehículo. Es posible localizar así llanta bajas o un filtro de aire que necesita ser reemplazado. También es posible adelantarse a la necesidad de nuevas bujías de encendido.
El uso del GPS: una importante herramienta
Para saber si las llantas de un automóvil están con poco o mucho aire, el teléfono usará el GPS incorporado en el smartphone para establecer la velocidad del automóvil. Los datos de vibración se pueden usar para determinar cómo de rápido giran las ruedas. Esto se usa para calcular el diámetro de la llanta comparándolo así con el diámetro que se esperaría si la llanta fuera nueva y estuviera correctamente inflada.
Los puertos OBD, un vínculo entre el coche y el smartphone
Otro ejemplo de cómo usar la tecnología para reconocer problemas es el uso del puerto OBD-II. Este es un dispositivo estandarizado en todos los vehículos fabricados desde el año 1996. Se utiliza para transmitir información del sistema tecnológico del automóvil a lectores de código y otras herramientas de diagnóstico. Por este medio los datos del OBD de un vehículo se transfieren al teléfono mediante Bluetooth.
Dependiendo del vehículo es posible que sea necesario un adaptador que habrá que enchufar en el puerto de diagnóstico del automóvil. Al abrir el menú de configuración de Bluetooth en el teléfono, se comienzan a buscar dispositivos. En este punto, el adaptador debería aparecer en la lista de dispositivos Bluetooth cercanos al móvil.
Es así como el teléfono se pone en contacto con el automóvil, obtiene toda la información sobre los posibles problemas de nuestro coche. Es posible tener información prácticamente de todo, incluyendo el nivel de aceite, el nivel de carga de la batería, el estado de las llantas, la situación de los frenos, el estado del motor en general...
Tras emparejar el adaptador OBD, suele ser necesaria una App para el teléfono inteligente. Hay varias para descargar en móviles iOs y Android. Estas permiten hacer una óptima conexión y diagnóstico. Sin duda, es una enorme ventaja para todos los conductores. De este modo se puede saber si necesitamos comprar un repuesto para no correr el riesgo de quedarnos en medio de la carretera, o si es conveniente añadir aire a los neumáticos por nuestra seguridad.
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